Supresiones EMI/RFI

La interferencia electromagnética (EMI) o de radio frecuencia (RFI) son una propiedad indeseable de los sistemas eléctricos. Si la interferencia es lo suficientemente grave puede provocar que los dispositivos electrónicos tengan un mal funcionamiento.
En los Estados Unidos, la FCC regula la potencia radiada total que un dispositivo puede emitir. Si el producto excede esa limitación se podría retirar del mercado y, por lo tanto, podría provocar costosos rediseños y recalificaciones de los productos. Cuando se trata de emisiones EMI/RFI, más vale prevenir que curar. La debida consideración de todas las fuentes de radiación (cables, largos rastreos de ruta PCB y capacitores de desacoplamiento insuficientes) en todo el proceso de diseño puede reducir o eliminar la necesidad de supresión EMI/RFI cuando se aproxima el lanzamiento del producto.
Debido a que la radiación electromagnética no se puede propagar a través de un conductor, el método más simple y común de prevenir las emisiones EMI es colocar el sistema electrónico dentro de un chasis o caja metálica que actúe como un blindaje. En sentido estricto, esto no elimina la fuente de radiación, pero sí evita que la radiación se "filtre" hacia el mundo exterior.
Un grano de ferrita (o bobina de choque) es un componente de filtrado eléctrico que es muy utilizado para prevenir las emisiones EMI/RFI. Por lo general, la bobina de choque se instala a un cable que va conectado al sistema para evitar que actúe como un radiador no involuntario. La bobina de choque no solo evita la radiación no deseada, sino que también proporciona inmunidad frente a otras fuentes de interferencia electromagnética no deseada.