Este artículo define el término edificio inteligente, analiza los factores de impulso que influyen en los edificios inteligentes en la actualidad y explica cómo las nuevas tecnologías de Ethernet permiten transformar los edificios existentes en edificios inteligentes.
Un edificio inteligente es aquel que integra varios sistemas para gestionar eficazmente los recursos de manera coordinada a fin de maximizar la flexibilidad, el rendimiento técnico o el ahorro de costos operativos y de inversión. Probablemente haya escuchado la frase "Alguien es demasiado ingenioso para su propio bien", pero ¿alguna vez escuchó la frase "Eran demasiado inteligentes para su propio bien"? Esto se debe a que existe una clara diferencia entre ser ingenioso e inteligente. Una de mis citas favoritas es "Las personas ingeniosas hablan, la gente inteligente escucha". De manera similar, la diferencia entre un edificio ingenioso o "smart" y un edificio inteligente es que en un edificio "smart", el usuario programará los sistemas para que actúen de una manera dictada y adecuada según las mejores intenciones del usuario. Por el contrario, un edificio inteligente tiene las capacidades de detección y procesamiento adecuadas para escuchar por sí mismo y luego, programarse para hacer lo que se considera óptimo. Para lograr esto, el edificio debe tener las capacidades de detección relevantes para captar tanto del entorno externo como sea necesario, además de las vías de comunicación apropiadas para transportar estos datos de regreso al "cerebro" del edificio (que podría estar ubicado en el sitio o en el nube) y algoritmos de aprendizaje automático en el cerebro para procesar la información que está recibiendo a fin de dictar la acción óptima que se debe tomar.
Luego, la acción debe comunicarse nuevamente a los sistemas relevantes para su ejecución a través de las mismas vías de comunicación.
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