Cuando se trata del campo de detección de fuerza, que suena místico, James Lougheed y el equipo de Exar parecen tener el misterio bastante resuelto. Con liderazgo en el desarrollo y la aplicación del campo de detección de fuerza en rápida expansión, Exar está equipado como nadie, como explica con confianza Lougheed, para "proveer emocionantes métodos para reemplazar y mejorar muchas de las formas en que se utilizan los botones de los dispositivos electrónicos hoy". Con algunas posibilidades obviamente interesantes en el horizonte de la tecnología de sensores de fuerza, hablamos con Lougheed acerca de qué está haciendo Exar para posibilitar esto.
Es justo preguntar antes: ¿qué es exactamente la detección de fuerza?
“La detección de fuerza es una tecnología relativamente nueva en el mercado de consumo,” comienza Lougheed. Y, a pesar de que la tecnología ha estado en desarrollo durante un buen tiempo, recientemente se está aplicando de manera más amplia en las formas verdaderamente sofisticadas en las que Exar está trabajando para desarrollar. “Esencialmente, los sensores de fuerza distinguen la cantidad de fuerza que se aplica a un área específica de un producto. Si mira el Macbook o Apple Watch, por ejemplo, cuando presiona algo, puede medir qué tan fuerte se lo presiona.” En sentido general, entonces, los sensores de fuerza le proveen una variable extradimensional al proceso de interfaz, lo que permite que la presión y la dirección o proximidad funcionen como entrada. Realmente representa una situación completamente nueva, como mínimo.
La historia de la tecnología de detección de fuerza en la esfera del consumidor puede no ser larga, pero ha habido muchos pasos familiares en el camino. El sensor piezoeléctrico, un tipo de sensor basado en compresión que emplea un efecto electromecánico descubierto por el famoso físico francés Pierre Curie en la década del 80, sigue siendo común, pero continúa siendo relativamente costoso y, por lo tanto, especializado en sus aplicaciones. En más aplicaciones de consumo, como máquinas lavadoras u hornos, puede resultar más común ver una variedad de antiguos botones ‘membrana’ o conmutadores estilo burbuja. Más recientemente, el mercado de consumo ha visto una proliferación de lo que es conocido como detección capacitiva, que emplea un sensor que reacciona directamente a la capacitancia del cuerpo humano y permite una detección estilo pantalla táctil reactiva en forma directa. Aun así, especialmente en comparación con el nivel que Exar ha desarrollado en sus soluciones en cuanto a detección literal de fuerza, la detección capacitiva se suele considerar un sustituto de atajo porque está basada en una dinámica netamente ‘"encendido o apagado"’.
Lougheed cuenta que las soluciones de Exar llevan todo al siguiente nivel y mide la fuerza en forma lineal, de esa forma agrega capacidades completamente nuevas al diseño del botón. Muchos antiguos sensores de fuerza estilo calibre y mucho de lo que se conoce como tecnología de resistor de detección de fuerza solamente trabajarán en substratos de plástico, y eso, explica Lougheed, ha evitado que avancen a muchas aplicaciones que las soluciones de vanguardia de Exar están ahora bien preparadas para manejar. Específicamente, la compañía ha desarrollado un nuevo tipo de solución mediante tecnología de detección de película delgada que utiliza un material resistente que se puede aplicar en casi cualquier superficie, como metal y madera, como también el usual plástico.
Desde luego, no pudimos resistir preguntarle a Lougheed acerca de, precisamente, qué esperar en el futuro cercano. Específicamente, cómo veremos cobrar vida a esta nueva y más sofisticada tecnología de detección en nuestro mundo cotidiano. Por supuesto, él estaba preparado con una respuesta segura. “En lugar de tener un botón con inserción, sencillamente habrá un grabado en el dispositivo. Debajo de eso se encuentra nuestra delgada película, el sensor, que podrá sentir presión mediante la superficie externa de un dispositivo con un rango de sensibilidad de pocos milímetros,” detalla. Esto tiene la ventaja agregada de que los objetos sean herméticos y también permite que las pantallas sean más grandes. “Esperamos grandes revoluciones en el modo en que se utilizan los botones en la electrónica hoy en día,” insiste Lougheed.
Otra aplicación única de la detección de fuerza es en cajeros automáticos. Con las soluciones de detección de fuerza de Exar, los usuarios podrían establecer una contraseña que contenga no solo números, sino también el grado de fuerza utilizado para ingresar los números. Por ejemplo, si la contraseña es “1234,” el usuario podría simplemente presionar “1” con fuerza, “2” suavemente, “3” con fuerza y “4” suavemente: le agregaría un tipo nuevo de seguridad a las aplicaciones altamente sensibles.
Lo que es más, ¿qué tan sensibles son las soluciones de detección de fuerza de Exar hoy y cómo retará a las capacidades del campo? Lougheed hizo que sea sencillo comprenderlo, describiendo cómo “los sistemas normales hoy pueden necesitar hasta 400 g para sentir presión. Pero hemos estado desarrollando sistemas que son lo suficientemente avanzados como para sentir la presión de solo 50 g.” Esto, agrega James, es mucho menos de lo que casi todos los dispositivos de consumo con detección de energía de hoy pueden sentir. De la misma forma, los diseños de Exar permiten un incomparable nivel de especificidad de rango táctil. “Parte de lo que nuestro único frente análogo hace es calibrar el ‘ruido’ o la tensión de desplazamiento de CC, esencialmente, cancelando la presión generalizada que se aplica a favor de una sensibilidad mucho más precisa,” explica Lougheed.
A pesar de que hay mucho potencial a la vista para este tipo de tecnología de detección de fuerza, Lougheed relata que demandará más pruebas llevar la reputación de su industria al nivel de otras soluciones comunes. “Se está recopilando una buena cantidad de datos de confianza, pero esta sigue siendo tecnología, relativamente, muy nueva. Hay mucho más para tener en cuenta en términos de uso/horas, pero todas las pruebas de confianza que se han realizado han sido muy prometedoras,” dice. Aun así, Lougheed tiene una emoción tangible porque la compañía ya ha formado parte de un proceso de diseño que lanzará pronto el primer teléfono sin absolutamente ningún botón. Con esa experiencia obvia, el innovador liderazgo en la industria y el honesto deseo de formar parte de la próxima generación que se está redefiniendo de dispositivos sensibles al tacto, Exar tiene más de lo que necesita a mano para ayudar a los clientes de todo tipo a involucrarse.