La demanda de electricidad en todo el mundo sigue creciendo a medida que la población se vuelve más tecnológica. Esto ha generado nuevos problemas, en concreto, en torno a cómo hacer frente a niveles mayores de emisiones de generación de electricidad. Sin embargo, el cambio a la corriente continua (CC) puede ser una posibilidad. Descubra cómo las nuevas tecnologías pueden facilitar esta transición.
Más que nunca se necesita una energía más eficiente y menos contaminante. La energía de corriente continua (CC) puede ayudar a satisfacer parte de esta demanda. Sin embargo, antes de que se produzca una transición a la energía de CC a gran escala, hay que modernizar la medición de la misma. Estas son algunas aplicaciones en las que, en la actualidad, se producen avances prometedores:
Estaciones de carga de vehículos eléctricos de corriente continua
Se prevé que la adopción de los vehículos eléctricos crezca a un ritmo anual del 25 % hasta al menos el año 2024. Para reducir la “ansiedad por la autonomía” y lograr que los VE sustituyan a los automóviles con motor de combustión interna, es necesaria una red de cargadores rápidos. Para reducir el tiempo necesario de carga de un vehículo y aumentar la eficiencia, hay que desarrollar cargadores de corriente continua ultrarrápidos con una potencia de hasta 500 kW por pila de carga. Eliminar la necesidad de convertir la corriente alterna de la red en corriente continua para los vehículos eléctricos también garantizaría una facturación más precisa.
Distribución de CC: microrredes
A medida que más y más edificios se equipan con métodos para generar su propia electricidad, como paneles solares en los techos y turbinas eólicas a pequeña escala, se convierten, de hecho, en microrredes en sí mismas. Hasta el 50 % de la carga eléctrica de un edificio (electrodomésticos, luces, etc.) ya funciona con corriente continua, siendo necesario convertir la corriente alterna de la red en continua para que en el lugar utilicen esas fuentes. Esta conversión supone una pérdida de energía del 20 % en el proceso, una que se puede evitar al pasar a la corriente continua.
Centros de datos de corriente continua
Los centros de procesamiento de datos son increíblemente intensivos en recursos, desde la perspectiva del consumo eléctrico. El cambio a la CC podría suponer hasta un 25 % de ahorro de energía, el doble de confiabilidad y una reducción de hasta el 33 % del espacio.
Para que se acepten plenamente las tecnologías de corriente continua, se deben desarrollar sistemas tecnológicos de medición de corriente de este tipo. Analog Devices está a la vanguardia en este sentido, con una gama completa de competencias, soporte y productos que lo respaldan. Haga clic en el artículo para obtener más información.