Desde los comienzos de la tecnología de semiconductores, Texas Instruments ha trabajado para poner la tecnología práctica de semiconductores en manos de las personas comunes, revolucionando así nuestra relación con la tecnología. Se ubicaron con orgullo en la cima de la innovación cuando presentaron la primera calculadora de mano en 1971, Texas Instruments ha ganado su lugar en el panteón de los semiconductores más veces que cualquier otra compañía del sector. Seguramente, toda persona que haya aprendido matemáticas en el sector público desde 1970 ha estado íntimamente vinculada con uno o con otro de los dispositivos innovadores de la compañía. En la época en la que yo estaba aprendiendo los gajes del oficio, 30 años después de la primera gran presentación pública de Texas Instruments, la compañía le había abierto las puertas no sólo a las matemáticas teóricas de nivel superior y a la programación básica a cada estudiante, sino también a conceptos centrales como comunicación celular y proyección digital a la vida cotidiana.
Entonces, naturalmente, no es difícil creer que en su época Texas Instruments haya llegado a tener un rol de apoyo esencial en una increíble variedad de dispositivos comunes basados en semiconductores. Una de las aplicaciones más sorprendente en las que Texas Instruments es más activa y esencial, y en la que la mayoría de las personas generalmente da su trabajo por descontado, se encuentra en el multifacético mundo de la tecnología de proyección digital. Su desarrollo comenzó a fines de los años 70 y se perfeccionó gracias al galardonado ingeniero Larry Hornbeck en 1987, la innovadora tecnología óptica MEMS DLP de la compañía que define a la industria. La tecnología DLP utiliza los que se conocen como microespejos en forma de dispositivos de microespejo digitales, o DMD, que finalmente sacudió la industria como el primer chip comercial DLP de Texas Instruments allá por 1996. Desde entonces, no ha habido marcha atrás ya que los chips DLP de Texas Instruments han sido elogiados una y otra vez por más usuarios de los que podemos contar, y son probablemente más conocidos por el público como la fuerza que impulsa toda proyección cinematográfica, incluso IMAX.
Entonces, ¿qué podría haber en el horizonte de una compañía que tiene todos los motivos para estar cómodamente sentada, y en todo su esplendor, en la cima de la industria? Afortunadamente, Jeff Dickhart, el gerente de la línea de productos de Texas Instruments del sector de automoción de DLP, nos contó recientemente un poco más acerca del orgullo que la compañía siente al seguir avanzando en la transformación de las aplicaciones cotidianas de los semiconductores ópticos en nueva tecnología de proyección de vanguardia. Antes de que termináramos de conversar, parecía que estaba un poco más cerca de vivir en un mundo que antes solo existía en las páginas de los cuentos de ciencia ficción.
Si hablamos en general, las bases de la tecnología DLP son algo asombroso en sí mismo. Estos increíbles dispositivos comprenden cientos de miles de diminutos espejos que funcionan como una orquesta, que se encienden y se apagan en combinaciones específicas para reflejar una paleta básica de colores de una variedad de fuentes de iluminación que incluyen "todo desde las tradicionales ruedas de color, a los LED y los láser", explicó Dickhart. Siguió explicando los aspectos básicos, e incluso entonces estaba yo asombrado: la interacción de los espejos y la capacidad resultante de combinar y modular minuciosamente las longitudes de onda de una paleta básica de colores crea un amplio espectros de colores que luego se proyectan como píxeles en la configuración de la imagen deseada. En conjunto, esta asombrosa interacción produce lo que Dickhart describe como "una representación precisa de color naturalmente superior a través de un rango más amplio de longitudes de onda en comparación con chips de proyección analógicos y digitales".
Tal como me sucede a menudo con la tecnología de semiconductores en general, estas son las situaciones en las que —como me gusta decir cuando relato mi sensación de asombro a otras personas— la tecnología moderna puede ser algo "psicodélica". Aún así, era sólo la punta del iceberg en lo que respecta a los detalles que Dickhart nos comentó acerca de los esfuerzos de Texas Instruments para incorporar su más nueva tecnología en, de todos los lugares, los parabrisas de nuestros autos.
Para la mayoría de las personas que no vuelan jets para ganarse la vida, la idea de lo que se conoce como "pantalla de visualización frontal" digital (HUD, ‘head-up display), es probablemente algo no muy familiar. Los jugadores de videojuegos reconocerán el concepto como algo común en los juegos en primera persona; una proyección de información relevante en una superficie transparente que les permite a las personas que están ocupadas visualmente observar información sin tener que desviar la mirada de los sujetos necesarios. La tecnología que se desarrolló originalmente para ayudar a los pilotos de jets a mantener la vista hacia adelante se trasladó hoy a la mayoría de los vuelos comerciales, e incluso ya se la puede encontrar en algunos modelos de autos. Teniento todo esto en cuenta, es muy emocionante pensar que compañías como Texas Instruments están trabajando con tanto ahínco para que algunas cosas que aún parecen completamente futurísticas, cobren vida en el mundo de todos los días.
“El DMD específico que primero lanzamos al mercado de automoción es una matriz diagonal de 0,3 pulgadas que contiene 400 000 espejos que operan con muy baja potencia”, detalló el Sr. Dickhart. Y, como es de esperar, todavía hay que dar algunos pasos importantes en las etapas tempranas de la implementación de la tecnología. “Lo que estamos habilitando en este momento es la capacidad de tomar la pantalla común de seis grados de ancho y transformarla en una de diez o más grados de ancho, lo que le ofrece a OEM más oportunidades de integrar más contenido en una línea natural de visión, justo donde usted la necesita.”
Hay dos tipos de HUD digitales en el mercado actual: proyecciones de combinadores, que utilizan una placa transparente montada en el tablero para dirigir la imagen en el campo de visión del conductor, y proyecciones de parabrisas, que utilizan el parabrisas para dirigir la imagen. Los dos estilos le permiten al conductor ver la información que necesita, como velocidad, detalles de navegación, condiciones de la carretera y del clima sin quitar la vista del camino. Por supuesto que la tecnología DLP funciona con cualquiera de estos, pero como señaló Dickhart, el equipo de DLP para automóviles de Texas Instruments está fundamentalmente concentrado en las pantallas estilo parabrisas. Con más de estos sistemas de visualización que se incorporan a los nuevos autos cada año, es sin duda una cuestión de tiempo para que Dickhart y Texas Instruments lleven los semiconductores ópticos a una aplicación cada vez más innovadora y extraordinaria.