¿Dónde estará en cinco años más?
Es una cantidad significativa de tiempo. 2 628 000 minutos, para ser exactos. Pero ese nivel de precisión en no es tan fácil cuando se predice el futuro. No obstante, en estas reveladoras preguntas y respuestas, escuchamos a las personas encargadas de mirar al futuro en dos empresas de tecnología mundiales que innovan y avanzan incansablemente: James Key, director técnico de F1 en McLaren y Martin Bielesch, presidente de la división de componentes para EMEA de Arrow Electronics. Ahondan en el futuro de la tecnología y entregan una visión de un futuro tangible: la promesa misma de “Five Years Out” de Arrow.
Innovación: ¿qué es y por qué es importante para McLaren y Arrow?
James Key: La innovación es el pensamiento original, pero, en la mayoría de los casos, es el pensamiento original dentro de un conjunto de restricciones que son: el presupuesto, el tiempo, los recursos, las instalaciones y las normativas. Cuando tomas en cuenta estas restricciones, tienes que ser doblemente innovador.
En primer lugar, tienes que generar una idea nueva y creativa, pero también tienes que entregarla dentro de un marco de restricciones. Es uno de los mayores desafíos que enfrenta un equipo de F1 y es vital para el éxito, porque la innovación es lo que impulsa la ventaja competitiva: pensar en algo que no se le ha ocurrido a la competencia o comprender algo mejor que ellos.
Martin Bielesch: La propuesta de valor de Arrow se basa en fomentar la innovación. Muchas personas disfrutan de y se benefician de las innovaciones que realizan nuestros clientes, pero generalmente no tienen conciencia del papel que jugó Arrow para alcanzar este punto.
Para nuestros clientes y proveedores, Arrow es como un Sherpa para un montañista en el monte Everest. Conocemos las condiciones, las rutas, los peligros que hay que evitar, los equipos que hay que emplear y los métodos que hay que usar. Después de un ascenso exitoso, el montañista recibe los elogios y, a su lado, pero fuera del foco de atención, está el guía.
¿Cómo fomentar la innovación y mantenerse a la delantera de lo que se avecina en los entornos altamente competitivos y en rápida evolución?
JK: Mantenerse a la delantera de lo que se viene es exactamente la manera correcta de decirlo. Desde afuera, creo que es muy fácil —sobre todo en un deporte tan técnico y complejo como la F1— decir, “¿por qué no miras simplemente el coche más rápido de la parrilla y haces lo mismo que hace ese equipo?”.
Pero si fuera tan sencillo, todos lo harían. En realidad, tratas resolver un problema muy complejo, donde todo está conectado. No basta con mirar lo que hacen los rivales más rápidos. Tienes que buscar más allá para encontrar un rendimiento que ellos no hayan descubierto.
MB: Gracias a las relaciones de Arrow con cientos de proveedores de todo el mundo, podemos ver sus planes de acción y los productos nuevos que tienen planeados mucho antes del lanzamiento al mercado. Además de esto, nuestra presencia mundial nos permite ver muchos mercados diferentes y el rumbo que marcan. Luego podemos tomar lo que aprendemos y compartir los conocimientos y las prácticas recomendadas en todas las partes donde operamos.
James, más allá del reglamento nuevo de 2021, ¿cómo cambiará la F1 en cinco años? ¿A qué desarrollos tecnológicos hay que estar atento?
JK: Lo que es importante para la F1, y lo que creo que ocurrirá inevitablemente, es que el deporte seguirá desarrollando tecnologías de vanguardia para el tren de potencia. No es un tema del que hablemos mucho, pero se han integrado algunas tecnologías extraordinarias durante la actual era de los motores V6 turbo híbridos.
Son los más eficientes en el mundo, entregan más potencia y consumen menos combustible (y, por lo tanto, CO2) que cualquier otro coche. E igual de impresionante es lo rápido que se desarrollaron estas tecnologías para generar unas eficiencias en el motor que no podríamos haber imaginado hace tan solo cinco o seis años.
En el transcurso de los próximos cinco años, es muy importante seguir por el camino de lograr condiciones cada vez más amigables con el medio ambiente y eso toca todos los aspectos del deporte: de la manera en que se propulsan los vehículos hasta los materiales que usamos. Es un tema tremendamente importante, uno totalmente adoptado por la Fórmula 1 y la FIA, que se vio subrayado por el reciente anuncio del ambicioso plan de sustentabilidad de Fórmula 1 de reducir la huella de carbono a cero de aquí al año 2030.
Y, Martin, ¿cómo habrá cambiado el sector tecnológico en cinco años? ¿Qué innovaciones tecnológicas se vislumbran en el horizonte y qué impacto tendrán para nosotros?
MB: Existimos en un entorno tan dinámico y creativo que solo una persona muy audaz diría exactamente cómo se verá el panorama en cinco años más. Sin embargo, en Arrow, parte de nuestro trabajo es mirar así tan lejos para prever las tendencias y los mercados de mañana. Está en nuestro ADN.
Cuando se trata de innovaciones “visibles”, la IA y 5G formarán parte central de muchas.
Para reducir la latencia de las señales (el tiempo desde que se envía una señal hasta que se recibe la respuesta), los recursos de computación se implementarán en el perímetro de la red, y Arrow participa activamente en el aprovisionamiento de sistemas de informática periférica que permiten respuestas más rápidas a las consultas desde los sistemas móviles. Las comunicaciones móviles más rápidas, de mayor ancho de banda y menor latencia que promete 5G también abrirán las puertas a más aplicaciones para los sistemas de realidad aumentada, virtual y mixta.
La Internet de las cosas (IoT) ahora está establecida de manera más amplia, pero sigue evolucionando y, a medida que conquista nuevos terrenos, emergen nuevas oportunidades. La intersección de la inteligencia artificial con la IoT, denominada la “AIoT”, permitirá que las soluciones de borde aprendan e imiten el comportamiento humano y, en última instancia, deriven más valor del sistema.
Los vehículos completamente autónomos parecen estar un poco lejos aún, debido a problemas técnicos y de infraestructura, pero la semiautonomía, un área donde Arrow tiene un linaje fuerte y seguirá invirtiendo, cobrará fuerza en los próximos cinco años. La aplicación de la IA para monitorear al conductor mediante una cámara enfocada en sus ojos permitirá generar alertas si se detecta que este está adormilado.
La IA también aporta una nueva dimensión, tanto en las posibilidades que entrega para mejorar los sistemas de seguridad como en las amenazas nuevas que presentan los usuarios malintencionados. Una mirada similar se puede adoptar acerca de la informática cuántica, que generará una expansión inmensa de las capacidades de procesamiento y, a la vez, inutilizará todos los algoritmos de cifrado más usados de hoy.
JK: Lo extraño para los que trabajamos en la F1 es que, aunque reconocemos las oportunidades que presentan por ejemplo la IA, 5G o la informática cuántica, no estamos enfocados constantemente en esos desarrollos. Nuestra labor es crear los coches más rápidos posibles, por lo que naturalmente buscaremos las mejores tecnologías e ideas que podamos encontrar, para ver si podeos usarlas dentro del margen de las regulaciones con el fin de extraer un poquito más de rendimiento.
Por ejemplo, si 5G nos permite comunicarnos mejor entre la pista y el Centro Tecnológico de McLaren o desarrollar un sistema de comunicación en el vehículo que requiera menos cableado, entonces adoptaremos, desarrollaremos y refinaremos esa tecnología para esos fines y, de este modo, ayudaremos a que la tecnología crezca.
El dominio digital siempre ha sido central para lo que hacemos en la Fórmula 1, y la capacidad de procesamiento seguirá aumentando… tal como viene ocurriendo ya durante muchos años. La capacidad de procesamiento adicional abre las puertas para hacer cosas que no se podrían haber hecho en el pasado y significa que en cinco años más, sin lugar a dudas, habrá métodos cada vez más complejos para diseñar, simular, comunicar y visualizar datos.
MB: En última instancia, las empresas que adopten las tecnologías emergentes prosperarán, pero aquellas que se detengan puede que ni si quiera existan dentro de cinco años.