Los teléfonos inteligentes propiciaron el cambio más significativo en el acceso a Internet desde el comienzo del acceso domiciliario a Internet. Ahora, la Internet satelital está apunto de generar una revolución similar en el acceso a Internet. En gran medida, gracias a esta innovación del programa de Internet satelital Starlink de Space X, podemos visualizar un futuro donde el acceso a la red se encuentre disponible prácticamente en todo lugar, sin la necesidad de líneas de datos terrestres o infraestructura de torres celulares.
¿Cómo funciona la Internet satelital?
El autor de ciencia ficción Arthur C. Clarke imaginó las comunicaciones satelitales en su ensayo de 1945, “Extra-Terrestrial Relays – Can Rocket Stations Give Worldwide Radio Coverage?” (Relés extraterrestres: ¿pueden las estaciones espaciales dar cobertura de radio a todo el mundo?). La Internet e incluso los satélites fabricados por el hombre (también conocidas como estaciones espaciales) no serían una realidad hasta muchos años después. Aún la idea de transmitir señales al espacio y que desde allí se emitan de vuelta es fundamentalmente la misma, con una importante excepción: la implementación de la órbita geoestacionaria o la falta de la misma.
Los relés satelitales que proponía Clarke (y una amplia gama de satélites de telecomunicaciones en servicio hoy) viajan en una órbita que produce una posición constante con respecto a un punto en la superficie de la Tierra (es decir, geográficamente estacionaria). La mecánica de la órbita calcula que cada satélite se debe posicionar a 35 786 km de la superficie de la Tierra para mantener esta velocidad.
Para interactuar con dicho satélite, simplemente se debe apuntar un transceptor en la dirección correcta y se bloquea en el flujo de datos del satélite. Este paradigma geoestacionario es la manera en que funcionan los proveedores HughesNet y Viasat, lo que permite un rango muy amplio de cobertura geográfica desde un número mínimo de satélites de gran volumen.
Starlink usa un concepto muy diferente, al desplegar miles de satélite más pequeños a una altitud mucho menor de 550 km. Según esta menor altura de la órbita, deben desplazarse mucho más rápido que la velocidad rotacional de la Tierra y su cobertura geográfica es más limitada. Debido a que se mueven con respecto a la superficie de la Tierra, el rastreo de los satélites Starlink es más complicado que la modalidad de apuntar y olvidar.
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Latencia: un beneficio de la Internet satelital
Las velocidades de Starlink son normalmente mejores que las de HughesNet y ViaSat, pero la ventaja fundamental de los satélites en la constelación de (relativamente) baja altura de Starlink es la latencia. Demora menos tiempo que una señal viaje desde la Tierra hasta un satélite y de vuelta, según los límites de la velocidad de la luz (300 000 km/s). Considere que a una altitud geoestacionaria de 35 786 km, una señal demora aproximadamente 0,12 segundos en llegar a un satélite desde la superficie de la Tierra.
Para comunicaciones por Internet, una solicitud debe viajar al satélite y volver a una estación base para su procesamiento. Los datos devueltos luego deben viajar al satélite y volver a la ubicación del solicitante, lo que significa dos viajes ida y vuelta en total, y por lo tanto, 0,48 segundos (4 x 0,12 segundos) para que lleguen los datos. Agregue la latencia en la Tierra y probablemente quedará en el rango de medio segundo. Sin embargo, las señales que viajan a los satélites Starlink a 550 km en el espacio demoran solo 0,0018 segundos en llegar con el mismo cálculo. Multiplique por cuatro y obtendrá un ping mínimo de 0,072 segundos o 72 ms.
¿Qué tan confiable es la Internet satelital?
Si bien los detalles técnicos de la Internet satelital pueden ser fascinantes, al final del día, ¿por qué querría contratar este servicio? La respuesta breve es que probablemente no lo haría. Si vive en un área con un buen (o incluso decente) servicio de banda ancha terrestre o celular, ni Starlink, HughesNet ni ViaSat podrán competir normalmente con las opciones existentes en precio o rendimiento.
Considere los precios de cada servicio, junto con el ancho de banda de descarga y la latencia mínima en teoría:
- Starlink: USD 90 a USD 500/mes, 50 a 500 Mbps, ping de 72 ms
- Viasat: USD 64,99 a USD 149,99/mes, 25 Mbps, ping de 480 ms
- HughesNet: USD 30 a USD 169,99/mes, 12 a 100 Mbps, ping de 480 ms
Nota: La información de precios y datos corresponde a mediados de 2023 y no incluye los cobros de instalación o el arriendo de equipos. El ping es un valor mínimo, que se calcula con la metodología que se describe anteriormente.
Si aquellas cifras no le dicen nada en lo inmediato, visite speedtest.net y ejecute una prueba, teniendo en cuenta lo que paga por el servicio. Mi velocidad de descarga es de 369 Mbps con una velocidad de carga de 11,09 Mbps y un ping de 9 ms. Si bien no es espectacular para el servicio terrestre, eso supera con creces a cualquier opción satelital disponible.
La Internet satelital puede ser beneficiosa para las comunidades que no tengan un acceso de banda ancha existente. En lugar de esperar que proveedores de servicios le permitan conectarse a su banda ancha, tiene la opción de tener acceso a Internet por satélite. Desafortunadamente, Starlink aún está implementando su servicio en algunas áreas, pero se puede acceder a Viasat y HughesNet en la mayoría del territorio de EE. UU.
El futuro de la Internet satelital
No espere que la Internet satelital reemplace a las opciones terrestres o celulares pronto, pero verá que complementará los datos celulares en algunos casos. Por ejemplo, considere el servicio de mensajes de texto de emergencia del iPhone 14, que retransmite datos vía satélite cuando una señal celular terrestre no se encuentra disponible. Si bien es rudimentario, considere que la próxima iteración puede ser similar. El acceso a Internet satelital se está implementando en barcos, casas rodantes y aviones, y podemos esperar una mayor expansión de estas capacidades pronto.
Sobre avances tecnológicos específicos, Viasat lanzó recientemente su satélite ViaSat-3 para mejorar el rendimiento de la red y HughesNet planea lanzar su satélite Jupiter 3 más adelante este año. HughesNet estrenó un nuevo plan de Internet satelital, Fusion, que combina datos de Internet terrestre y satelital para brindar una mejor latencia. Por su parte, Viasat ha explorado la transmisión complementaria de datos geoestacionarios con una constelación de órbita de la Tierra a baja altura.
Otras empresas ingresan o están involucradas en el espacio de la Internet satelital, propiciando mayor innovación. Amazon prepara su red satelital de órbita de la Tierra a baja altura Kuiper y el proveedor de Internet satelital OneWeb de Gran Bretaña tiene más de 600 satélites en su constelación. También podemos esperar que Starlink expanda sus capacidades y áreas de cobertura. Lo interesante es que sus contratos incluso incluyen el servicio de referencia de idioma en la Luna y Marte.
¿Por qué la Internet satelital es una tecnología revolucionaria?
Si bien el idioma extraterrestre de Starlink podría parecer demasiado ambicioso, considere que el aterrizaje vertical de un cohete era ámbito de la ciencia ficción hace no mucho tiempo. Será atractivo observar el desarrollo de esta tecnología en los próximos años y convertirse en una innovación para aquellos que la puedan aprovechar al máximo.
Por cierto, una tecnología de comunicaciones satelitales ya ha revolucionado la manera en que nos desplazamos de un lugar a otro en la forma de satélites de posicionamiento global. Explore una amplia gama de productos que interactúan con esta red satelital, lo que le permite agregar posicionamiento de precisión y medición de tiempo a su proyecto en Arrow.com.
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